Una persona vive de acuerdo a su propia identidad cuando desarrolla su propio potencial. Cuando lo hace es capaz de lograr prácticamente todo lo que se proponga. Conoces a muchas personas así. Lo consigue porque enfoca toda su energía, utiliza toda su inteligencia y entrega todo su amor a desarrollar ese potencial porque eso le apasiona. Entonces entra en estado de flujo y disfruta de lo que está haciendo.
La filosofía para niños que yo practico va en esta línea. Si bien, trabajamos también el espíritu crítico del niño para que se pueda convertir en un ciudadano moral que sepa solucionar sus conflictos dialogando de forma asertiva. Para ello, opinamos y debatimos entre todos sobre conceptos educativos tales como: amor, mentira, miedo, violencia, libertad, atención, esfuerzo, etcétera. Todos ellos fundamentales para sentirse pleno interiormente y para disfrutar felizmente de la vida.

miércoles, 26 de marzo de 2014



¿Son responsables los padres de la baja autoestima de sus hijos?

Por una parte, la gran mayoría de padres suelen cometer el gran error de comparar a su hijo con otros niños. Por otra, no tienen más remedio que educarlo de acuerdo a unas normas sociales, y a unos modales y modelos de comportamiento.
Estos dos aspectos provocan que poco a poco el niño se vaya apartando de su auténtica identidad y vaya construyendo una identidad que viene impulsada desde su exterior. Si él quiere ser de una determinada manera y sus padres y educadores lo corrigen, entonces intentará actuar tal y como estos le dicen. Es decir, que no le dicen al niño que sea, sino que sea de una determinada manera.
Sin embargo, como más a gusto se sentiría el niño es viviendo de acuerdo a su autenticidad. Pero esto no le sirve a los padres, ya que lo corrigen constantemente, por lo que el niño entiende que ser auténtico no es lo correcto, que no es bueno. Lo mejor es, pues, ser como sus padres le dicen. Pero cuando actúa así, también comete errores. Por tanto, en esos momentos el niño se siente abandonado de sí mismo y de sus padres. Como consecuencia, su diálogo interior sería algo así: las cosas no me salen bien, no valgo para hacerlo, no lo hago bien, no debo confiar en mí mismo, como siga así no me querrán... Como se puede apreciar, una gran variedad de juicios despectivos y limitativos que el niño se hace a sí mismo.
De manera que cuando el niño hace algo, busca el cariño, el amor y la aprobación en sus padres. Si le sale bien, lo recibe, mientras que si le sale mal, no. En este sentido, su autoestima pasa a depender de su exterior y no de su interior, cuando la propia palabra “autoestima” se refiere claramente al interior.

2 comentarios:

  1. Es muy difícil encontrar el equilibrio pero los expertos nos dicen que cuanto más valoremos a nuestros hijos más fuertes los haremos, al contrario de lo que piensa mucha gente. Y yo añadiría que hay que intentar no sobreprotegerles, dejar que bajo nuestra supervisión se puedan "arriesgar" a ir cada vez un poco más lejos en la actividad que sea les ayuda a confiar más y más en sí mismos y a conocer sus límites sin que se los tengamos que imponer desde fuera.
    Felicidades por el blog, me parece una propuesta muy interesante.

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  2. Muchas gracias, Patricia. Has dado en la clave. Si una persona enfoca toda su energía positiva, toda su inteligencia y todo en su amor en aquello que le apasiona, entonces desarrollará su potencial intrínseco. Y entonces estará viviendo de acuerdo a su identidad.

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